En esta comarca, habitada en diferentes épocas por diversos
grupos indígenas, sobresalen los Zacatecos y los Chalchihuites (últimos
moradores prehispánicos), se encuentran vestigios de su paso por todo el
territorio del municipio de Poanas, siendo la más importante, la llamada
Zona Arqueológica de La Atalaya, cercana a Villa Unión, la cabecera
municipal.
Ylapuhana,, hoy municipio de Poanas, fue parte importante en el
desarrollo de la vida activa de la región que constituyó la parte sureste
del territorio de la Nueva Vizcaya, conocida en la época colonial como la
alcaldía mayor de Nombre de Dios.
Por este territorio penetró Francisco de Ibarra en el camino
que ya Don Pedro de Quiroga, y otros personajes habían explorado,
encontrándose con las tribus de Zacatecos, Chalchihuites y Huachichiles
que habitaban la sierra de Santa María y los valles de tierra privilegiada
bañada por las aguas del gran río al que llamaban Ylapahan - hoy solamente
llamado Río
Poanas.
Por esta región aún se encuentran los llamados Sauces de
Quiroga y sigue el cauce del río hasta la enorme Presa Francisco Villa,
antes Del Bosque, en cuyo vaso quedó sumergida la gran fábrica de Hilados
y Tejidos, El Salto, que estuvo activa hasta la época
revolucionaria (los vándalos seguidores de Cheché Campos la
destruyeron).
Estos fértiles valles dieron lugar a los huertos formados por
Don Rodrigo de Río de Lossa, Capitán Primero y Caballero de la Orden de
Santiago, que fue administrador de las mercedes del gobernador Francisco
de Ibarra y que más tarde serían su propiedad, dando lugar a la formación
de Haciendas que crecerían hasta ser grandes latifundios, que propiciaron
en parte la lucha de Independencia.
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En esta próspera región, floreció la gran red de
Haciendas llamadas De San Miguel de Ochoa, San Diego de Alcalá, San
Nicolás Tolentino, San Nicolás Obispo, San Esteban, La Inmaculada
Concepción de Poanas, San Pedro Mártir, San Juan Bautista,
Casablanca y la Hacienda del Ojo del Milagro de Sancho Ximénez,
única de todas que ha conservado su estructura después de la
revolución de 1910.
Además se encuentra aún el Ojo de agua Del Milagro
de Sancho Ximénez, donde es posible apreciar el manantial que les
salvó la vida a los primeros españoles llegados a la
región.
En cada lugar donde se asentaron las Haciendas
referidas, se establecieron los pobladores que actualmente conforman
el hoy municipio de Poanas ubicado al oriente de la Municipalidad de
Durango, extiende su territorio hasta los linderos de Zacatecas en
la sierra de Santa María, antes mencionada, cordillera bastante alta
que se prolonga hacia el sur formando la Cadena del Sacrificio
y Papantón, en esta colindancia frontera con Zacatecas, fue
otra zona de contacto entre los naturales y los
españoles. |
Por el norte colinda
con los municipios de Pánuco de Coronado, Guadalupe Victoria y
Cuencamé; al sur con los de Nombre de Dios y Vicente Guerrero. La
región occidental que colinda con el municipio de Durango, está cubierta
por lavas basálticas (piedras volcánicas), que constituyen aquí la
verdadera breña, abrupta y áspera pero grandiosa en su conjunto. Ahí
se encuentran localizados algunos volcanes apagados, que actualmente
están cubiertos por tierra vegetal.
Entre estos
volcanes destacan dos inmediatos entre sí, uno es Maika (palabra Náhuatl
que significa vámonos a casa) y Coyonqui (de la lengua Náhuatl que se
interpreta como agujero u horado), estos nombres son el único y mudo
recuerdo que se conserva en los pueblos y lenguas que el curso de los
siglos ha borrado del territorio de Poanas.
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